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martes, 5 de enero de 2016

El PreladoCartas pastorales


Carta del Prelado (enero de 2016)

En la primera carta del año 2016, el Prelado del Opus Dei habla de la Virgen, de la necesidad de hacer examen de conciencia y del Jubileo de la Misericordia que prosigue en la Iglesia.
CARTAS PASTORALES
Opus Dei - Carta del Prelado (enero de 2016)
Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!
Nos llenamos de gozo al rezar en la antífona de entrada de la Misa de hoy:Salve, sancta Parens...; salve, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos[1]. Nos causa una enorme alegría confesar nuestra fe en la Maternidad divina de María, raíz de los demás privilegios con los que la Trinidad adornó a Nuestra Señora. Dios la creó inmaculada y la colmó de la gracia, para que también su cuerpo virginal estuviese como predispuesto para engendrar al Hijo de Dios en la carne[2]. ¡Qué maravilla! Bien podemos decir a la Madre de Dios y Madre nuestra:¡Más que tú, sólo Dios![3].
Comprendemos el entusiasmo de los cristianos de Éfeso, ciudad donde se celebró el Concilio ecuménico que definió este dogma de fe en el año 431. La historia nos ha conservado testimonios de la alegría de los cristianos ante estas decisiones claras, netas, que reafirmaban lo que todos creían[4]. Lo recuerda san Josemaría en una de sus homilías, con palabras tomadas de san Cirilo de Alejandría, que desempeñó un papel importante en esa asamblea ecuménica: «El pueblo entero de la ciudad de Éfeso, desde las primeras horas de la mañana hasta la noche, permaneció ansioso en espera de la resolución... Cuando se supo que el autor de las blasfemias había sido depuesto, todos a una voz comenzaron a glorificar a Dios y a aclamar al Sínodo, porque había caído el enemigo de la fe. Apenas salidos de la iglesia, fuimos acompañados con antorchas a nuestras casas. Era de noche: toda la ciudad estaba alegre e iluminada»[5]. Y comenta nuestro Padre: así escribe San Cirilo, y no puedo negar que, aun a distancia de dieciséis siglos, aquella reacción de piedad me impresiona hondamente[6]. Todavía tengo en la memoria la ocasión en que fuimos a Loreto, en 1971. No pudimos entrar en la casa de la Anunciación, porque estaba ya cerrada. San Josemaría se puso de rodillas, agarrado a los barrotes de la cancela, mientras decía: ¡Madre, Madre mía y Madre nuestra! Y allí volcó su amor y el de sus hijos y de sus hijas de todos los tiempos. Habíamos llegado a la basílica un poco mareados a causa de la carretera, llena de curvas; pero eso no fue obstáculo para su oración y su agradecimiento a nuestra Madre del Cielo.
¡Madre de Dios!, exclamaban también aquellos antiguos cristianos de Éfeso, rebosantes de gozo ante la proclamación de esa verdad. Y lo mismo confesamos hoy nosotros. Salve, sancta Parens..., ¡salve, santa Madre de Dios!... La primera oración mariana que ha llegado hasta nosotros es una petición dirigida a la Virgen por los cristianos de Egipto, en el siglo III, invocándola como Madre de Dios: sub tuum præsídium confúgimus, Sancta Dei Génetrix...; nos acogemos bajo tu protección, santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestra necesidad, antes bien, sálvanos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita[7]. San Josemaría la recitaba a diario, seguro del Refugio de los brazos de Santa María.
Quiera Dios Nuestro Señor que esta misma fe arda en nuestros corazones, y que se alce de nuestros labios un canto de acción de gracias: porque la Trinidad Santísima, al haber elegido a María como Madre de Cristo, Hombre como nosotros, nos ha puesto a cada uno bajo su manto maternal. Es Madre de Dios y Madre nuestra[8].
En la primera lectura de la Misa, la liturgia recoge la fórmula con la que el mismo Dios pide a Moisés que bendiga al pueblo de la antigua Alianza: el Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz[9]. En Nuestra Señora se ha realizado plenamente esa bendición. Así lo explica el Papa en una homilía: «Ninguna otra criatura ha visto brillar sobre Ella el rostro de Dios como María, que dio un rostro humano al Verbo eterno, para que todos lo puedan contemplar»[10]. Estas palabras nos ayudan a enmarcar el año nuevo, pocas semanas después del comienzo del Jubileo. Constituyen una invitación a recorrer estos meses bajo el amparo santo de Nuestra Señora, Mater misericórdiæ, como rezamos en la Salve. Vemos a la Virgen como la criatura que con mayor abundancia ha experimentado la misericordia divina, porque acogió en su seno al Hijo unigénito de Dios, y la que mejor ha correspondido a ese derroche de amor: he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra[11].
Esa respuesta, ancílla Dómini, manifiesta la completa disponibilidad de Nuestra Señora: su entrega humilde y dócil a la Palabra de Dios, poniéndose al servicio de la redención. Su maternidad virginal la impulsó, con constancia ininterrumpida, a advertir el peso de la humanidad, al considerar lo que san Gabriel le decía de parte de Dios: darás a luz a un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará eternamente sobre la casa de Jacob y su reino no tendrá fin[12].
El peso de la humanidad y el peso de la Iglesia. Mater Ecclésiæ! Madre del Cuerpo místico de Cristo, que es la Iglesia. En unión con la plegaria de María, la Iglesia naciente realizó visiblemente su esencial unidad, con Pedro y los demás Apóstoles, en la espera de la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés[13]. Ella, con su mediación materna, ha cuidado y cuida siempre de la Esposa de Cristo y de cada uno de sus miembros: ¡miembros de Cristo! Aumentemos nuestra oración por esta unidad, especialmente por la unidad diaria con el Sucesor de Pedro y con los sucesores de los demás Apóstoles.
La devoción a María es la mejor senda para descubrir el rostro misericordioso de nuestro Padre Dios, que resplandece en el Verbo encarnado. Es de gran importancia que abramos siempre el corazón a la misericordia divina. Una necesidad imprescindible en todo momento, pero quizá nuestro tiempo lo requiera de modo especial. «En nuestra época de profundos cambios, la Iglesia está llamada a ofrecer su contribución peculiar, haciendo visibles los signos de la presencia y de la cercanía de Dios. Y el Jubileo es un tiempo favorable para todos nosotros, para que contemplando la Divina Misericordia, que supera todo límite humano y resplandece sobre la oscuridad del pecado, lleguemos a ser testigos más convencidos y eficaces»[14].
Además, en estas fechas, resulta lógico y frecuente trazar un balance del año transcurrido y, a la luz de esa mirada, plantearse unas metas para el año sucesivo. Poniendo en el plano sobrenatural este modo de conducirse, nada más evidente que comenzar los doce próximos meses con el santo y urgente afán de renovar los deseos de identificación con Jesucristo. El mejor modo consiste en acudir a nuestra Madre: a Jesús siempre se va y se "vuelve" por María[15]. Ella nos conduce siempre hacia su Hijo, como a los sirvientes de las bodas de Caná, cuando les indicó: haced lo que Él os diga[16]. A la vez, contemplar en el Evangelio el rostro de Jesús, nos lleva a exclamar con la espontaneidad, admiración y cariño de aquella mujer: bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron[17].
Con frecuencia, también se compara el nuevo año con un libro con las páginas en blanco, que cada uno deberá rellenar en el transcurso de las semanas siguientes. Así se expresaba el beato Álvaro del Portillo en una fecha como la de hoy, en 1980: «Agradecer a Dios sus innumerables beneficios y presentarle nuestra compunción; formular buenos propósitos y luchar por cumplirlos. ¡Continuar extendiendo la Obra por todas partes!»[18].
Os propongo este objetivo para el próximo año. Don Álvaro sugería «rellenar este libro en blanco, que hoy se abre, con el primor y la delicadeza que se ponía en la Edad Media para miniar aquellos pergaminos, que son una preciosidad, haciendo una caligrafía perfecta, sin borrones. Y como habrá manchas —porque todos tenemos la naturaleza caída, y estamos llenos de miserias—, que no nos falte la valentía de reconocerlas como tales, para suprimirlas. ¿Y como las borraremos? Con la humildad y acudiendo al sacramento de la Penitencia»[19].
Buscar remedio a nuestras faltas es una tarea de amor. Por eso hemos de aprovechar un medio muy necesario —indispensable— que es el examen de conciencia. Como escribió san Josemaría, los exámenes de conciencia, si no los practicaba ya el primer hombre, los inventó el primer cristiano:probet autem seípsum homo (1 Cor 11, 28), examínese a sí mismo el hombre, decía el Apóstol a los de Corinto. Y aun los hombres honestos paganos han examinado también su espíritu. La última castañera que vende su mercancía modesta junto al Tevere, cuenta el dinero que ha sacado al acabar la jornada, y lo que le han costado las castañas, y el tiempo que ha empleado en venderlas (...): el examen lo han hecho siempre todas las criaturas, que han tenido discernimiento e interés, por cosas de Dios o por cosas de la tierra[20].
Os sugiero también que no descuidéis este conocimiento diario del alma a la luz de Dios; como aseguraba san Josemaría, bastan unos minutos, antes de entregarse al reposo nocturno, pero con constancia cotidiana. Lógicamente, hay momentos —antes de recibir el sacramento de la Penitencia, en un día de retiro, en un aniversario significativo—, en que será conveniente proceder con más detenimiento. En cualquier caso, siempre es conveniente invocar al Espíritu Santo, para que nos conceda su luz, y terminar con un acto de dolor y algún propósito concreto para la jornada siguiente. De este modo, enderezaremos el rumbo de nuestra conducta, y borraremos con actos de contrición las manchas que podamos haber estampado en el libro de nuestra vida.
En estas fiestas, y luego a lo largo de todo el año, «es importante que entremos en nosotros mismos y hagamos un examen sincero de nuestra vida. Dejémonos iluminar por un rayo de la luz que proviene de Belén, la luz de Aquel que es "el más Grande", y se hizo pequeño; el "más Fuerte", y se hizo débil»[21].
Roguemos a Dios que muchas almas se beneficien de la indulgencia jubilar en este Año de la misericordia, acudiendo antes a recibir el perdón de Dios en la Penitencia. Pocas semanas atrás, el Papa volvió a referirse a este sacramento. «Un signo importante del Jubileo —decía— es también la Confesión. Acercarse al sacramento con el que somos reconciliados con Dios, equivale a experimentar directamente su misericordia»[22].
No dejéis de rezar por mis intenciones: la Iglesia, el Papa y sus colaboradores, la paz del mundo, todas las almas. Y, para esto, recurramos a la intercesión de la Madre de Dios. Pidámosle que «la dulzura de su mirada nos acompañe en este Año santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios»[23]. Que Ella haga germinar en las almas, en las familias, en las naciones, la semilla del amor misericordioso, que su Hijo Jesús esparce por el mundo entero. Recordemos también que, durante largas temporadas, el estribillo de la presencia de Dios en la jornada de san Josemaría pasaba por repetir con novedad diaria: ¡Madre, Madre mía!
Con todo cariño, os bendice y os desea un año 2016 fecundo en obras de amor a Dios y de apostolado.
vuestro Padre
+ Javier
Roma, 1 de enero de 2016.

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martes, 17 de noviembre de 2015

YO TUVE UNA EXPERIENCIA REAL CUANDO VÍ LA LUZ BLANCA!!!


Un día trabajando mucho en la profesión de Abogado, obtuve unos pesos de honorarios inesperados y partimos a San Pedro, Provincia de Buenos Aires a pasar unos días con nuestra hija recluida en un convento para ser monjita que no fue
      Al regresar en la ruta sentí en mis piernas hinchadas, le resté importancia. Continué trabajando. Pasan los días sin dolor  con ese único síntoma hasta que un día me encontré sin riñones.-
Es así como ingreso al hospital me colocaron un catéter para extraerme unos 50 litros de agua acumulados en este proceso y luego de estar internado una semana en una clínica de mala muerte denominada “caminito al cielo” vinculad a la corrupción estatal-
      En mi primera sesión de diálisis, luego de algunos horas siento un síntoma de nauseas, la Dra. y el Técnico asistente le restan importancia.- Luego el síntoma se reitera es allí que pegué un gripo de expiración, pues mi presión arterial se equilibraron (según supe después) sentí frío, transpiraba todo mi cuerpo helado, oigo que ladra. Ordena la desconexión de la máquina puesta estaba  pálido, cuando se afloja el esfínter y mis órganos estoy sin sentirlos, abrió los brazos y al sentirme que me voy expreso “Señor estoy en tus brazos”.-
Aparezco envuelto en una luz blanca, sin mi cuerpo voy ascendiendo lentamente, en plena paz, en una soledad cálida confortable, silenciosa y alegre.-
Cuando de pronto parece la imagen de mi Madre, quién con sus afectuosas palabras me frena.—
----Ehh hijito (como solía llamarme) dónde vas??
---Aquí vengo a estar con Uds., respondí
A lo que ella me señala:
No, no, hijito, a vos te falta sufrir mucho.
Tú no has sufrido nada, te falta sufrir mucho”
Y el papi pregunté
A lo que ella me señala
Aquí está a mi lado, pero no alcancé a verlo, ya estaba de vuelta en la tierra para sufrir desde ese momento y a cada instante , todo de todo, en cada minuto, de cada hora, y de cada día vendría en mi futuro… porvenir..
Efectivamente, en la diálisis en mi cuerpo fue haciendo mella, perniciosa, desde la constante picazón hasta calambres de huesos en distintas partes del cuerpo y poco a poco me fui yendo. Mis asuntos laborables derivados, por ello gracias a mis colegas amigos y clientes que supieron comprender mi estado de salud física y mental.-
      Los ís transcurren, la diálisis me quita a alegría y entusiasme de vivir.
Ya no trabajo, ya no estudio y casi no me alimento.- ¿cómo comer verdura hervida tres veces desde cero grado, todo era sabor a nada. Sentado en mi antiguo sofá a través de una pequeña abertura del cortinado observo los transeúntes que transitan por mi vereda, acompañado por mi permanentes quejidos de ay , ay , ya…., que tanto me duelen a mi cuerpo como al a esposa.- que me cuida día día..
El abogado en corto tiempo, es solo una piltrafa…!!!
Un día de diciembre de ese mismo año 2006 el católico  sucumbe ante el permanente dolor,:  la razón supera su fe en Dios y el humano traiciona sus creencias.-
Las palabras y frases médicas escuchadas en distintas visitas diarias a elaboradas por un ignorante en las ciencias de la vida, me faltan adoptar una decisión, apresurar la muerte cuando en mi horizonte solo aparece un camino tenebroso y en una penumbra en la que al final hay una luz blanca.
      Aquí sala a la luz ese ser que Dios me permitió conocer y que un día por contradicciones con algún miembro de su familia abandonó  su casa paterna, lo único  qe hice fue prometerle matrimonio si regresaba a su hogar de donde yo debía llevarla al Altar-
Llegó diciembre, Ella al observarme que iba atan apresurado como deseando la muerte más que la vida convoca a una junta familiar y adopta una decisión heroica.- con mis 62 pirulos el trasplante cadavérico es difícil en el organismo optan por los jóvenes que merecen vivir , los viejos ya hicimos nuestra vida.-
Se realizan los estudios  de compatibilidad el mayor 80%, la nena el 50%, y el menor de 100 % Ella mi esposa solo un 20 %,
Y fue gracias ese porcentaje tan bajo que mi función renal volvió a funcionar en plena operación.- Si bien los médicos se alegraron por mí, se llevaron un susto grande, mi esposa era fumadora y probablemente el anestesista no lo advirtió.-
Solo recuerda que el cirujano en su primera visita le dice a mi esposa.-
---Hay flaquita de ojos verdes que susto nos pegaste?? Mi esposa en ese lapso de mi enfermedad había contraído una enfermedad nueva el hipertiroidismo y rebajo 20 kilogramos en su peso. Ella no lo había advertido.-
Hoy aquel petit riñón de 5,5, cm. Mide unos diez centímetros por ello, y todo lo que hicieron agradezco al servicio del Hospital Privado encabezado en la persona del Dr.  Massari, a los cirujanos.. Metrevian y  Colla
Un párrafo muy especial para ella mi esposa Elvira a Sosa, generosa dulce, tierna, que amo hasta bordear su muerte, medio un aliento para poder vivir y desde su alegría de vivir hasta el sufrimiento de darme parte  de su cuerpo me donó para regalarme mas vida.-

Volví a mi actividad  profesional, la misma enfermedad autoinmune me afecto otro órgano vital, entonces comprendí que era más importante la vida junto a ella que más importante la VIDA ME HABÍA REGLADO QUE EL ENTUSIASMO POR MI PROFESIÓN.-


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viernes, 8 de mayo de 2015

Carta del Prelado (mayo de 2015)

CARTAS PASTORALES, 5 Mayo 2015

Opus Dei - Carta del Prelado (mayo de 2015)
Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!
      El comienzo del mes de mayo, especialmente dedicado a la Virgen en muchas naciones, nos recuerda que hemos de llevar a todas partes el ambiente de Nazaret, las virtudes y los modos de comportarse de la Sagrada Familia, de un modo muy especial a través del ejemplo de Santa María.
      Hoy celebramos la conmemoración litúrgica de san José artesano: el hombre en el que Dios confió para que cuidara de Jesús y de la Santísima Virgen, sus dos grandes tesoros en la tierra. Esta fiesta, verdadero pórtico del mes de María, nos invita a entrar más profundamente en la casa de Nazaret. Y no olvidemos que ese hogar pervive ahora en la Iglesia, verdadera familia de Dios; en las moradas de los cristianos, y en esta pequeña familia dentro de la Iglesia, que es la Prelatura del Opus Dei.
      A lo largo de este año mariano, rezamos y rezamos perseverantemente y de modo muy especial por la institución familiar, para que refleje con plenitud el designio de Dios y se acomode al divino modelo que se nos ha mostrado en Belén, en Nazaret y en cualquier lugar donde Jesús descansaba de sus fatigosos viajes. ¡Cómo no pensar también en la casa de Betania, donde Lázaro, Marta y María le ofrecían alojamiento para que el Maestro reposara, esmerándose por brindarle lo mejor! Por eso nuestro Padre —lo conocéis bien— llamaba Betania a los sagrarios y nos impulsaba a tener continuos detalles de atención y de cariño con Nuestro Señor, adorando a Jesús con María y con José.
      Aunque en todo momento tratemos de reproducir en nuestros hogares el ambiente de la Sagrada Familia, no nos debe extrañar que, a veces, no sepamos reflejar la serenidad que allí reinó siempre. Consideremos lo que les sucedió a María y a José, cuando tuvieron que huir precipitadamente de la persecución de Herodes; sin olvidar que, en la Iglesia primitiva, junto a las descripciones de la armonía que unía a los primeros cristianos, no faltan páginas en las que se relata cómo se nublaba en ocasiones la paz, a causa de las persecuciones, de las incomprensiones del ambiente o, incluso, del mal comportamiento de algunos. Sin embargo, con la ayuda del Espíritu Santo, superaron aquellos obstáculos y fueron fieles a Jesucristo con una serena lealtad.
      En el seno de un hogar pueden surgir diferencias esporádicas y quebrarse, al menos por momentos, el clima de cariño tan propio de una vida de fe. En estos casos —como siempre— se ha de recurrir a la oración, para recomponer hasta la más mínima fisura entre los diversos miembros de la familia, y también para colaborar al bien de la sociedad, ya que existe un vínculo estrecho entre la esperanza de un pueblo y la armonía entre las generaciones[1]. Y añadía el Papa en otra ocasión: la unión de fraternidad que se forma en la familia entre los hijos, se lleva a cabo en un clima de educación a la apertura a los otros, es la gran escuela de libertad y de paz (...). Quizá no siempre somos conscientes, ¡pero es precisamente la familia la que introduce la fraternidad en el mundo![2].
      En los últimos años de su vida, san Josemaría mantuvo reuniones con muchas personas que le exponían sus pequeños y no tan pequeños problemas, y le pedían consejos. No era infrecuente que los padres y madres de familia sufrieran porque algunos de sus hijos o de sus hijas se mostraban rebeldes al llegar a la adolescencia. Nuestro Fundador procuraba tranquilizarles y les recordaba que, a esa edad, la rebeldía ha existido siempre, aunque quizá en tiempos recientes ha tomado más relieve. Pero el remedio, junto con la oración, no ha cambiado: que estés sereno con tus hijos, que no les des un cachete porque sí. Los chicos se ponen rabiosos, tú te molestas, sufres porque los quieres mucho y, además, te tienes que desenfadar. Ten un poquito de paciencia, ríñeles cuando ya se te haya pasado el enfado, y a solas. No los humilles delante de los otros hermanos. Háblales razonando un poco, para que se den cuenta de que deben obrar de otra manera, porque así agradan a Dios. De este modo, les vas educando y, el día de mañana, podrán abrirse camino en la vida y ser buenos cristianos y buenos padres de familia, si Dios los lleva por ahí.
      De modo que lo primero que hay que hacer es evitar los dos extremos: la demasiada bondad y el rigor[3].
      San Josemaría tomó del Evangelio este modo de obrar. En sus conversaciones con los padres, es fácil reconocer las instrucciones del Señor sobre la práctica caritativa de la corrección fraterna, aunque en estos casos no se le atribuya propiamente ese nombre. En el Opus Dei, todos hemos de esmerarnos por poner por obra este compromiso cristiano tan unido a las enseñanzas del mismo Jesucristo. Se entiende así que nuestro Padre, entre las preguntas que formulaba para tomar el pulso al llegar a un Centro, figuraba ésta: ¿se vive la corrección fraterna?
      Hemos aprendido que san José recibía mensajes del cielo durante el sueño; y, fijándose en este hecho, el Papa advierte que no es posible una familia sin soñar. Cuando en una familia se pierde la capacidad de soñar, los chicos no crecen; el amor no crece, la vida se debilita y se apaga[4]. Y ofrece a los padres y madres la siguiente invitación, para que la consideren cada día antes de retirarse a descansar: ¿Hoy soñé con el futuro de mis hijos? ¿Hoy soñé con el amor de mi esposo, de mi esposa? ¿Hoy soñé con mis padres, con mis abuelos que llevaron la historia hasta mí?[5].
      Son cuestiones que, de un modo u otro, cabe que todos nos planteemos. Consideremos a diario si rezamos por nuestros hermanos y nuestras hermanas en la Obra, por nuestras familias y por las personas que frecuentan la labor apostólica; si pedimos a Dios para ellos lo mejor, lo que más necesiten; si pensamos en la oración cómo ayudarles..., si sabemos prestarles servicios sin esperar nada a cambio: ¡ya nos quieren!
      Con gran poder —así se relata en el libro de los Hechos— los Apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús; y en todos ellos había abundancia de gracia[6]. A impulsos del Espíritu Santo, superaban con optimismo los obstáculos que se oponían a su labor; e incluso se llenaban de gozo si debían padecer injurias, cárcel, azotes, por el nombre de Jesús[7]. Esta fortaleza de ánimo, este crecerse antes las contradicciones, se reforzaba con los cuidados que la Madre de Jesús —Madre también de cada uno de ellos— les dispensaba. Desde que el Paráclito descendió en Pentecostés, la trataban con más confianza filial. La oración de los discípulos —escribe nuestro Padre a este propósito— acompaña a la oración de María: era la oración de una familia unida[8]. Así hemos de proceder nosotros, especialmente durante la tradicional Romería de mayo, que este año guarda un contenido único: dejar confiadamente en las manos de nuestra Madre la oración de la Iglesia por los frutos del Sínodo sobre la familia, que se celebrará en octubre.
      Además, mañana se cumplen ochenta años de la fecha en que nació en la Obra esta Costumbre de la Romería de mayo, que ya han hecho muy suya millones de personas en todo el mundo. Recordando aquel 2 de mayo de 1935, al cabo de muchos lustros, en una de sus últimas visitas marianas al santuario de Nuestra Señora de Sonsoles, san Josemaría se expresaba así: rezad mucho a la Santísima Virgen en el mes que va a comenzar. Las romerías de mayo son algo maravilloso. Yo estuve ayer en Sonsoles y consideraba que si todos los que durante el mes de mayo van de romería, en todo el mundo —en Europa, en Asia, en África, en América y en Oceanía—, fueran a Sonsoles unos detrás de otros, estaría yendo y viniendo gente a esa ermita de la Virgen, sin interrupción, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre[9].
      Con la piedad y el empeño de todos, bien unidos al Papa, a los obispos y a los demás cristianos, alcemos una intensa súplica por la Iglesia, por el mundo, por las familias, por la sociedad civil. Así las actividades personales y corporativas en servicio de las almas se desarrollarán más y se colmarán de eficacia. Nuestro Padre afirmaba que todas las tareas apostólicas y los instrumentos para ponerlas en marcha son onus et honor, carga y honor (...) de los Numerarios, de los Agregados, de los Supernumerarios; y también de los Cooperadores. Se engañaría y tendría mal espíritu y poca generosidad quien pensase que esas empresas son solamente cosa de los Numerarios, porque de nosotros es necesario que se pueda decir siempre, al hablar de nuestros afanes apostólicos, aquello que se lee en los Hechos: multitúdinis autem credéntium erat cor unum et ánima una (Hch 4, 32), toda la multitud de los fieles tenía un mismo corazón y una misma alma [10].
      En la penúltima semana de abril, estuve en Valencia, donde —invitado por el Cardenal Arzobispo— celebré en la catedral una Misa de acción de gracias por la beatificación de don Álvaro y pronuncié una conferencia sobre su trabajo en el Concilio Vaticano II. Además, me reuní con muchas hijas y muchos hijos míos, y con personas de todas las edades que participan en la labor de la Obra. Ayudadme a agradecer a Dios los frutos espirituales que Él haya querido suscitar. Acompañadme también en la acción de gracias por la ordenación presbiteral de un buen grupo de hermanos vuestros, Numerarios, el próximo día 9, en la Basílica de San Eugenio. Deo omnis glória!
      Termino, hijas e hijos míos, con el recuerdo de la novena de san Josemaría a la Virgen de Guadalupe, en mayo de 1970. Acudió allí para rezar por la Iglesia, por el Santo Padre, por el Opus Dei. ¡Y cuántos frutos produjo! Seguirán abundando, por la bondad de Dios y la intercesión de la Virgen Santísima, si nos afanamos en seguir cotidianamente los pasos de nuestro Padre, como de modo tan leal hizo don Álvaro. Acudamos a su intercesión, especialmente el próximo día 12, fecha en la que celebraremos por primera vez su memoria litúrgica.
      Con todo cariño, os bendice y os vuelve a pedir oraciones
vuestro Padre
+ Javier

Roma, 1 de mayo de 2015.
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miércoles, 6 de mayo de 2015

LOS JESUITAS Y EL PAPA FRANCISCO

LOS JESUITAS Y EL PAPA FRANCISCO
Mad Economy (ME) no puede dejar de explicar el “fenómeno jesuita” desatado por la elección de un Papa jesuita (además de argentino), porque esta Orden religiosa no solo  fue un elemento clave en la historia económica moderna, sino porque su exitosa estructura organizacional -que lleva casi 5 siglos-, puede ser la envidia de cualquier corporación o multinacional actual. (Además, los jesuitas manejan [indirectamente] la Universidad del Pacífico, que tiene la mejor escuela de economía local).
1. Fue fundada por un noble vasco, ex soldado y caballero: Iñigo de Loyola, conocido más tarde como San Ignacio de Loyola (1491-1556); por eso tienen una estructura militar y llaman al superior de la orden "General" y a la orden "Compañía" pero en sentido castrense, no empresarial, aunque años después este nombre les caería a pelo desde la perspectiva corporativa. San Ignacio, conocido por Iñigo de Loyola,  prefirió cambiar su nombre de pila y “españolizarlo” a Ignacio. Iñigo o Iñaki es un nombre vasco. Aunque durante su vida militar destacó como excelente jinete y eso lo haría merecedor de pertenecer a la caballería, prefería más el asunto organizacional dentro del ejército, de ahí que cultivó una extraña afición al orden y a la disciplina, pero terminó siendo artillero con muy mala suerte porque una bala de cañón casi le vuela la pierna durante la guerra entre Navarra, Francia y España (1521). Fue llevado a su castillo y por las heridas tuvo que estar en cama meses. San Ignacio se leyó todos los libros sobre vida religiosa que encontró y descubrió su vocación. Dejó las armas y comenzó un largo camino al éxito.
     2. Es una Orden que no está bajo el mando directo ni tutela de una Diócesis. Su jefe es el Padre Superior a quien se le llama Padre General. La Iglesia Católica divide su jurisdicción pastoral en Diócesis que están bajo la administración de sacerdotes “diocesanos” y estos deben reportarle al Obispo de la jurisdicción, o sea, de la  Diócesis y estos, a su vez, al Arzobispo que maneja toda la operación.
Si eres un cura diocesano en Lima por ejemplo, tu jefe será Cipriani. Las órdenes religiosas, como dominicos, franciscanos, agustinos, trapenses, jesuitas, etc., están exentas de reportarle al Obispo de la Diócesis.   Por eso es que, cuando Cipriani reemplazó a Monseñor Vargas Alzamora SJ (que era jesuita) como Arzobispo de Lima y primado del Perú, el Padre Gutiérrez, que era diocesano y uno de los “inventores” de la Teología de la Liberación, tuvo que meterse a dominico: mientras tuvo a Vargas Alzamora como “jefe” no tuvo problemas porque los jesuitas –aunque no asumen la Teología de la Liberación como válida-, son más abiertos a otros enfoques; pero con Cipriani, del Opus y ultra, no le quedó otra que pedir su incorporación a la Orden de Santo Domingo, así escaparía de la separación y hasta excomunión que se le venía por parte de Cipriani.
Los jesuitas van más allá de esto. Consideran a cada país o región como una “provincia” de la Compañía de Jesús; por eso, tienen Padres Provinciales, una especie de “ojos y oídos” del superior o Padre General.
     3. Aunque no hay nada en sus normas que diga lo contrario, los jesuitas estaban "prohibidos" de ser obispos y menos Papas. Quizás la palabra no sea “prohibición”, pero fue algo consuetudinario en ellos: por costumbre adoptaron más un perfil bajo dentro de la Iglesia Católica. Prefirieron otro enfoque o carisma, el de la educación y en eso se especializaron. Además, nacieron en una época donde el protestantismo europeo era un furor y los esfuerzos de la Compañía de Jesús se enfocaron en eso, la lucha contra las corrientes protestantes, antes que entrar en el complicado mundo político de la Iglesia del siglo XVI con sus Papas Borgias, asesinatos, inquisiciones y otras mañas.
4. Pero, llegaron a tener tanto poder político  y económico que a su superior lo llaman "El Papa Negro", por el color tradicional de las sotanas que usaban. Eran unas grandes togas, con botones que iban desde el cuello hasta los pies. Y un gorro de tres puntas que debió ser muy incómodo. Lo del Papa Negro no es cuento. Realmente llegaron a ser una suerte de Iglesia o universo paralelo dentro de la estructura católica romana.
5. Para ser ordenado jesuita, además de pasar 4 años, estudiando teología y filosofía en un seminario, es indispensable que tengan “estudios civiles”, por eso se pueden encontrar jesuitas abogados, economistas, ingenieros, sociólogos, médicos, matemáticos, físicos, químicos, psiquiatras, sociólogos, antropólogos, lingüistas, etc. De hecho, son los únicos curas con título universitario civil por requerimiento específico. ¿Por qué crees que el Observatorio del Vaticano lo regentan jesuitas astrofísicos? ¿Por qué crees que el Papa Francisco es técnico químico-industrial?
     6. El poder oceánico que llegaron a tener motivó que en 1768 fueran expulsados de España, Portugal y las colonias. Este poder se debió a sus vanguardistas ideas: creían en la igualdad, la libertad económica, el cooperativismo, la redistribución del capital, el libre acceso al mercado, la educación de las minorías, etc. lo que preocupó a las monarquías absolutas de la época. Eso incluyó el cierre de los colegios mayores, seminarios y universidades de todo el mundo conocido. Lo que fue un duro golpe para la educación occidental, porque las instituciones educativas jesuitas eran impecables.  Astutos como ellos solos, aplicaron a la perfección aquello de “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo” y se refugiaron en reinos e imperios protestantes y hostiles a la Iglesia de Roma. Entre ellos, el Imperio Ruso con Catalina La Grande a la cabeza. Y realmente Catalina era “grande”, sus biógrafos estimaban que la emperatriz “de todas las Rusias” pesaba más de 100 kilos. Sin embargo, era una noble rara porque trabajaba y estudiaba. Los jesuitas, expertos en educación, pronto se ganaron su respeto y admiración y ella no sólo les dio cobijo, sino el tesoro más  importante para un jesuita: TIEMPO. Tiempo para regresar y de hecho 40 años después de su expulsión lo hicieron a lo grande, refundando colegios y universidades en todo el mundo.
7. Antes de su expulsión, fueron los precursores del cooperativismo o una forma arcaica de economía socialista. En Sudamérica, sus Misiones a lo largo del continente fueron un ejemplo de gerencia. Un referente interesante se puede encontrar en la forma cómo administraban sus misiones y haciendas en esta parte del mundo. Por ejemplo, en las misiones de Paraguay, Bolivia y norte de Argentina, repartían entre los indios y esclavos, parcelas de tierra, animales mayores y menores, insumos y semillas.
La producción era estandarizada en procesos específicos según el cultivo y la actividad industrial, es decir, fueron los precursores de la producción en función a la diversificación de canales de negocio. Con esto se ingresó a una “mini era pre industrial” pues sus obrajes, maestranzas, trapiches y factorías llegaron a tener unos índices de eficiencia y productividad enormes, además de darle valor agregado a las materias primas. El uso de los recursos que hicieron fue impecable. En la hacienda San Juan Bautista en Lima, llegaron a tener más de 5 riegos semanales y en un hábitat como es la costa de Perú donde uno encuentra un desierto más que un oasis. Después de su expulsión y tomada la operación de la hacienda por un civil, ésta alcanzaba a duras penas 1 riego por mes.
Los jesuitas en sus Misiones y haciendas, crearon la figura del “Padre Administrador”, una suerte de controller moderno que llevaba rigurosamente los presupuestos y estadísticas de los emprendimientos jesuitas. Fueron más allá. En agricultura, sus haciendas no eran meros fundos o chacritas de “pan llevar”, diseñaron un complejo sistema de obrajes que les permitió desarrollar una agroindustria y sistema de agro exportación que sería la envidia de cualquier grupo agroindustrial moderno. Desde Perú, Alto Perú (Bolivia), Argentina y Paraguay, exportaban vinos y piscos, chocolate procesado, melaza, granos, telas, vidrio, cal, argamasa y otros. En el siglo XVIII, el chocolate producido y procesado en una misión o estancia jesuita paraguaya, era tomado en la Corte de los Borbones en Versalles y en la Corte de los Habsburgo en Austria. Todo, a través de un sofisticado (para la época) sistema de almacenamiento y redes. Crearon lo que a la postre sería el concepto de distribución y canales de negocio, logística incluida. Su manejo de los costos era impresionante: las utilidades en una hacienda por ejemplo, después de un ejercicio fiscal, eran redistribuidas entre los indios y esclavos primero y en último término el quinto real (para la Corona Española) y la Compañía. Esto les permitía hacer caja constante pues la producción de sus haciendas, al ser redistribuida entre indios y esclavos - quienes a su vez, la reinvertían en sus chacras, vendiendo lo que iban sacando de ellas-, les aseguraba un ingreso recurrente, por tanto, evitaban el endeudamiento para cubrir huecos en el flujo de caja, luego tomaban una parte de la ganancia por cada línea de producto y en función a los costos unitarios calculaban el presupuesto para el siguiente año fiscal. Con esto, fueron los primeros en aplicar la teoría de las tasas de transferencia en negocios. Sus inversiones en tierras, conventos, seminarios, colegios mayores e universidades también les generaban caja pues casi todas sus instituciones eran privadas y cobraban una pensión por la  colegiatura, que les permitía además brindar subsidios a alumnos o seminaristas con bajos recursos: la versión moderna de becas de estudio.
Además, reducían el riesgo sistémico de sus finanzas con la diversidad de inversiones y líneas de producción que ellos tenían.
Es curioso además notar que en un tiempo donde los esclavos negros eran considerados menos que animales, los jesuitas no sólo los hicieron “propietarios” sino que les daban una parte de la ganancia del negocio. Cosa prohibida por la Corona. Lo triste de esta historia: durante la administración jesuita de sus propiedades, los índices de escapismo entre los esclavos era nulo, después de la expulsión de la Orden, no solo muchos de los esclavos negros dejaron las haciendas y misiones, sino que el número de abortos autoinflingidos por las madres esclavas se disparó logarítmicamente: preferían matar a sus hijos neo natos, antes que nacieran esclavos (“Peregrinaciones de una paria”, Flora Tristán). Esto nunca pasó bajo la gestión de la Compañía. Finalmente, en 2008 la revista Forbes nombró a la Compañía de Jesús como " La Corporación Multinacional más antigua y exitosa de la historia económica moderna". Más que Coca Cola Co., JP Morgan y otras corporaciones.
8. En la II guerra mundial, fue la única Orden que abiertamente se opuso al nazismo y al holocausto judío, muchos jesuitas fueron perseguidos por eso; algunos torturados y asesinados en campos de concentración como el Padre y Beato Rupert Mayer SJ. En Francia, un colegio internado jesuita, exclusivo para chicos, escondió y salvó a más de 50 niños judíos de las garras de la Gestapo. “Amén”, película dirigida por Costa-Gavras (2002), basada en hechos reales descritos en el libro “El vicario” de Rolf Hochhuth, muestra el rol clave que tuvo la Compañía de Jesús para la defensa de judíos ante el Vaticano. De hecho, para los judíos, la Compañía de Jesús es un referente de diálogo y es “Justa entre las Naciones” para Israel, por su labor en contra del holocausto. Cosa que pocas o casi ninguna orden católica hizo.
9.  En los 70's su posición progre y de izquierda se hizo un poco evidente: unas décadas antes decidieron dejar de dar Misa en latín y la daban en el idioma del lugar. Por eso tenían jesuitas dando Misa en bantú africano, quechua (acá lo hacían desde el s. XVI), vasco, árabe, guaraní, chino cantonés, hindi, etc. Decidieron no usar sotana y menos camisa con cuello de clerma. Esa actitud progre se capitalizó con el recelo de dictaduras de derecha (6 jesuitas fueron asesinados en El Salvador por eso). Ser progres y estar más cerca de los pobres y lejos de los grupos de poder les ganó también un recelo por parte del Opus Dei.
10. Aunque muy progres, los jesuitas no estuvieron exentos de vincularse con grupos de poder. Aunque, sus relaciones se basaron más en la enseñanza. Fueron famosos y conocidos por ser tradicionalmente los “educadores de las élites”, mayormente hombres y no mujeres. Sobre todo en Europa y Latino América. Es evidente que por sus aulas pasaron destacados intelectuales, políticos, científicos, artistas, militares y religiosos. Eso les daba llegada a familias y grupos relacionados con el dinero y el poder. Pero formaron hombres que, lejos de continuar con los vicios y resabios de estos grupos, fueron más allá.
Quizás por esta razón, es que los jesuitas son conocidos como “lava cerebros” o como una mafia donde quienes han sido educados por ellos, se reconocen por ciertos rasgos, lenguaje corporal y forma de hablar. Una especie de “secta” con decires y haceres propios. Existen “muchachos” de 70 años que en el Club Regatas, no dudan e insisten en ponerse una añosa camiseta color azul con el escudo bordado del jesuita Colegio de La Inmaculada. Es una orden muy global y de constante diálogo no sólo inter religioso sino cultural. Incluso desde su fundación, les quedó claro ese asunto que ahora se llama “globalización”. Ese dinamismo es quizás lo que explica que, aunque llegaron “tarde” a la América Española , incluso 60 ó 70 años después que los dominicos o franciscanos, en una década de operación en las colonias llegaron a triplicar el patrimonio de los primeros. En pleno siglo XVI, no dudaron los Padres fundadores de la Orden en enviar a sus primeros discípulos a lugares tan lejanos como China, India o Japón porque Sudamérica y el mundo entero les quedaban chicos. Según  Chris Lowney ex seminarista jesuita y banquero de inversión del JP Morgan, autor del libro “El Liderazgo al estilo de los jesuitas”, uno de los factores de éxito de la Orden fue su movilidad permanente y apertura de mente frente a otras culturas. La historia del Padre Matteo Ricci SJ que viajó a China grafica este liderazgo y dinámica inter cultural. Llegado a China, el Padre Ricci SJ de inmediato tomó contacto con el emperador. No era cosa fácil porque ya antes en Asia, la experiencia jesuita había resultado tenebrosa y de total fracaso: decapitaron en Japón a 22 jesuitas y martirizaron y torturaron a otro tanto en la India. Pero el Padre Ricci SJ se ganó el respeto y admiración del emperador al dibujarle un mapamundi donde colocó a China, por primera vez, en la cartografía mundial. Huelga decir que Ricci era matemático, geógrafo y cartógrafo. La mente abierta de este jesuita le permitió también, colgar el confusionismo a la praxis cristiana. Debió haber sido todo un éxito porque el emperador de China lo nombró consejero, siendo el primer y último caso, donde un occidental fuese “privado” de un regente chino.
Para Lowley, son 4 los pilares fundamentales del éxito y del enfoque empresarial de los jesuitas:
 (1) Conocimiento de sí mismo: Saber reconocer muy bien cuáles son las fortalezas, debilidades y valores de uno mismo. Tener un claro conocimiento del mundo y hacia dónde se quiere ir;
 (2) Ingenio: Siempre innovar y al mismo tiempo adaptarse a las circunstancias de un mundo cambiante. Explorar nuevas posibilidades e ideas. Aprender de las otras culturas y darles su valor;
 (3) Amor: Querer a los demás y tratarlos a partir de esa realidad. Siempre mantener una actitud positiva. Ganar a la gente por el amor y no el temor. Los líderes tienen confianza en sí mismos y la proyectan a los demás;
 (4) Heroísmo: Despertar en uno mismo, y en los demás, grandes deseos. Fortalecer en sí mismo, y en los demás, aspiraciones heroicas. Los líderes imaginan grandes futuros e impulsan a alcanzarlos. No esperan el futuro sino que lo construyen. George Lucas, en una entrevista, reveló que –en su juventud-, conoció a un grupo de jesuitas en la Universidad de Fortham; quedó maravillado por su forma de ser, por cómo se movían, cómo te convencían usando palabras cariñosas antes que imperativas.

     SE espera entonces, que el Papa Francisco (a secas y no Francisco I), siendo jesuita recoja este modelo, no sólo desde lo religioso, sino desde lo empresarial. Sería un éxito el Papa Francisco si lo logra.

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viernes, 24 de abril de 2015

RESUMEN DE ALGO IRRESOLUTO (Autor desconocido)

RESUMEN DE ALGO IRRESOLUTO

El genocidio en dos palabras
La estratégica posición de la meseta de Armenia, cruce de caminos de las caravanas comerciales entre Oriente y Occidente, fomentó el interés de los pueblos que la rodeaban, y fue determinante de que haya sido conquistada sucesivamente por persas, macedonios, romanos, más tarde fue la dominación bizantina y luego la árabe. Hacia mediados del siglo XI aparecen en la región los selyúcidas, nómades mongoles del Asia Central, luego los tártaros y más tarde los turcomanos.

Entre fines del siglo XVI y comienzos del XVII, la región este de Armenia se convirtió en área de conflicto entre los turcos otomanos, los persas y los rusos quienes a partir de entonces comienzan a tener presencia en la geopolítica de la región.

 El Genocidio Armenio
Los primeros pasos los dará el sultán Abdul Hamid (1876-1909). Entre 1884-1896 son masacrados aproximadamente 300.000 armenios. Es derrocado el sultán Hamid el poder pasa a manos de los Jóvenes Turcos.

Lo que en principio pareció el inicio de una época de paz y fraternidad, basada en la igualdad de derechos, poco a poco se fue transformando en el período más oscura de la historia armenia.

En el nuevo orden elaborado por los Jóvenes Turcos, los armenios constituían un obstáculo. La Primer Guerra Mundial facilitó la concreción de su objetivo: transformar un imperio heterogéneo en un estado homogéneo fundado en el concepto de un pueblo, una nación.

“Una de las metamorfosis más inesperadas y trágicas de la historia contemporánea armenia fue el proceso que se desarrolló de 1908 a 1914, durante el cual los Jóvenes Turcos, de apariencia liberal, se transformaron en nacionalistas extermos, ávidos de crear un orden nuevo y de suprimir la cuestión armenia, eliminando al pueblo armenio” (Richard Hovannisian “La question arménienne”).

Del 23 al 24 de Abril de 1915 fueron detenidos, deportados a Anatolia y asesinados unos 650 dirigentes armenios de Constantinopla. A partir de entonces, se dio la orden de deportación de la población civil, desde las zonas de guerra en el Cáucaso, hacia los centros de reinstalación, en los desiertos de Siria y Mesopotamia.

El mismo esquema de arresto y asesinato de los líderes y de los hombres mayores de 15 años, así como la deportación del resto de la población -mujeres, ancianos y niños-, hacia los desiertos de Siria, se repitió en todos las localidades armenias.

Esta larga marcha, que para muchos fue el camino hacia la muerte, era acompañada de violaciones, torturas y robo de lo poco que llevaban consigo los deportados. Los pocos que lograron sobrevivir, fueron trasladados a distintos puntos del Medio Oriente donde el hambre y las epidemias hicieron su parte.

Los hechos descriptos fueron encuadrados dentro del concepto de GENOCIDIO. Este término fue creado por Raphael Lemkin y aplicado por primera vez durante el juicio a los principales responsables del crimen contra los judios, durante la Segunda Guerra Mundial.

Helen Fein, quien prioriza la responsabilidad del estado en el acto de genocidio, afirma lo siguiente: “las víctimas de los genocidios premeditados del siglo XX -judíos, gitanos, armenios- fueron asesinados para que los designios del estado en vista de un orden nuevo fueran realizados. En los dos casos, la guerra fue utilizada para transformar a la nación con el objeto de adaptarla a las concepciones de la élite en el poder, eliminando a grupos considerados extranjeros, enemigos por definición”.

A partir de entonces, la emigración de los armenios fue casi total. De 2.100.000 almas en el Imperio Otomano, en 1912, de acuerdo con las estadísticas del Patriarcado Armenio de Constantinopla se pasó a 77.435, en 1927, concentradas especialmente en Estambul y aproximadamente 50.00 en 1993.

A pesar de la política de negación que encaró el gobierno turco, sobre todo a partir de 1920, los archivos europeos y americanos, así como el análisis de los hechos a partir de los testimonios de los sobrevivientes, demuestran que el Genocidio armenio fue un hecho premeditado, destinado a la eliminación del pueblo armenio por no renunciar a la preservación de su cultura.

Lo que vino después
Mientras estos acontecimientos sucedían en el Imperio Otomano, la Armenia transcaucásica logró su independencia en 1918. La capitulación turca al finalizar la Primer Guerra hizo renacer la esperanza del retorno, acrecentada con la decisión de la Conferencia del Paz de París, en enero de 1919, de separar Armenia, Siria, Palestina y Mesopotamia del Imperio Otomano.

En 1919, la armada francesa, facilitó el regreso de los sobrevivientes armenios a Cilicia, bajo su protección, pero fue por poco tiempo. Las rivalidades entre los aliados así como el interés de éstos por captar la simpatía del nuevo jefe turco, Mustafá Kemal, marcaron el destino final de los armenios. La retirada de la armada francesa de Cilicia dejó a los armenios librados a su suerte, dando lugar a nuevas matanzas.

El genocidio, hecho traumático en la historia armenia, determinó la conformación de la gran diáspora, origen de las diversas comunidades armenia de Europa y de América.

El reconocimiento del genocidio armenio tiene por dueña a la humanidad en su conjunto. Es la misma humanidad su beneficiaria.

Pero tiene un enemigo concreto: la barbarie, el salvajismo y la irracionalidad encarnadas en aquellos Jóvenes Turcos que mutilaron, exterminaron, usurparon y blandieron su hacha contra la razón misma. A pesar de todo, no es venganza lo que reclamamos, porque estamos a salvo de las ínfimas pasiones. Pero si nuestros antepasados sufrieron la fuerza irrefrenable de la brutalidad criminal y sin embargo siguieron predicando el amor…, nuestra obligación es no olvidar.

Sabemos que el camino es largo, pero lo hemos emprendido con entereza, porque la moral está de nuestra parte y porque el Derecho -el universal, el consuetudinario y el positivo internacional-, nos sostiene.

No proponemos caminos equívocos ni soluciones utópicas, solamente exigimos la aplicación plena y efectiva del Derecho, y el reconocimiento por parte del actual estado turco, legítimo sucesor de aquel imperio otomano, del sultan Hamid, de los Jóvenes Turcos, de Kemal Ataturk.
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jueves, 16 de abril de 2015

LA DENUNCIA DE NISMAN CONTRA CFK A CARGO DE UN FISCAL OFICIALISTA

Consultado por LA NACION, De Luca prefirió no opinar sobre un asunto que no tiene en sus manos, ya que la causa aún no fue elevada.
Nisman denunció el 14 de enero pasado, cuatro días antes de su muerte, a la Presidenta, al canciller Héctor Timerman, al diputado Andrés Larroque y a otros personajes a los que acusó de complotarse para dar de baja los pedidos de captura que pesan sobre cinco ex funcionarios iraníes acusados de idear y ejecutar el ataque a la AMIA.
La denuncia de Nisman fue impulsada por el fiscal federal Gerardo Pollicita, quien pidió realizar casi 50 medidas de prueba para establecer si la acusación tenía fundamento. Pero el juez Daniel Rafecas, sin abrir la investigación, ni ordenar las medidas, la desestimó el 26 de febrero.
Pollicita apeló y el fiscal ante la Cámara Federal Germán Moldes sostuvo sus argumentos. Los jueces de la Sala I de la Cámara Federal, Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah, analizaron el caso. Ballestero y Freiler desestimaron la denuncia el 26 de marzo al considerarla inverosímil. Farah votó en disidencia.
Moldes insistió y buscó que esta desestimación sea revisada por el tribunal superior, que es la Cámara de Casación. La Sala I de la Cámara Federal le concedió anteayer a Moldes la apelación, pero aún no envió la causa a Casación.
Moldes, al apelar, advirtió que el caso debía ser enviado al tribunal superior lo antes posible porque dijo que, de lo contrario, se podía consumarse una maniobra para enterrar la denuncia de Nisman. Moldes advirtió que a partir de hoy entraba en turno como fiscal ante Casación De Luca, conocido por su militancia en Justicia Legítima, que suele coincidir con muchas de las políticas del Gobierno.
Como la Sala I de Cámara Federal aún no elevó el caso, Moldes insistió en alertar sobre una maniobra y ayer mismo presentó un escrito a primera hora de la mañana para que la causa siguiera su trámite y fuera enviada ya mismo a Casación. Pero fue en vano: ayer a las 13.30 el horario límite para evitar que recayera en De Luca, expiró sin novedades.
Más tarde Moldes publicó un comunicado en el que dijo que se llamará a silencio para no condicionar a De Luca. "Entrego la denuncia con vida a pesar de los redoblados y combinados esfuerzos desarrollados por ponerle prematuro final. Creo haber cumplido con mi deber", denunció.
Luego de que le concedieron la apelación desde la Sala I de la Cámara Federal se enviaron ayer las notificaciones electrónicas de lo resuelto a todas las partes y confeccionaron un texto de una carilla que sintetiza la carátula del caso, enumera quiénes son los denunciados, sus abogados, los antecedentes y el supuesto delito denunciado. Pero el expediente no se movió del tribunal.
Una fuente de tribunales explicó que un juez federal que sigue el caso de cerca le hizo llegar a Jorge Ballestero, el presidente de la Cámara Federal, su preocupación porque la causa no había sido elevada a Casación y le pidió que no responsabilizara por esa demora a los empleados de la secretaría del tribunal.
Una vez que el caso llegue a Casación -si es que lo hace en los próximos 15 días-, el fiscal De Luca debe intervenir y tomará alguno de estos tres caminos:
- mantener el recurso de apelación de Moldes y habilitar a que Casación analice el caso.
- no hacer nada y dejar que a los tres días hábiles el recurso quede desierto y muera junto con la denuncia de Nisman.
- desistir expresamente de la apelación explicando las razones por las cuales opina que no corresponde investigar la denuncia de Nisman.
Tanto en el segundo como en el tercer caso la Sala de Casación a la que le toque intervenir -será sorteada- no tendrá mucho más que hacer que confirmar la desestimación de la denuncia de Nisman. Esto es así porque el fiscal es el dueño de la acción penal, el representante de los intereses de la sociedad que decide si corresponde o no impulsar un caso. El debate en tribunales ayer era si era normal que un caso fuera elevado en el día o si era habitual que un tribunal se tomara dos o tres días para hacerlo. La mayoría de los consultados explicaron que, en general, se tomaban dos o tres días para elevar una causa, pero que con una decisión expresa de los jueces se podía evitar esta demora.
En las filas de Justicia Legítima estaban ayer ofendidos con Moldes. Insisten en que justamente uno de sus postulados es resolver los casos según la ley y no por la carátula de los expedientes, y que si corresponde desestimar la denuncia De Luca lo hará no por tratarse de la Presidenta, sino por las constancias del caso.

UN FISCAL MUY CERCANO A LAS IDEAS DEL GOBIERNO
Profesión: abogado, fiscal de Casación
Fue secretario de la Corte y fue designado fiscal de juicio por el presidente Fernando de la Rúa. No obstante, ahora pidió que se revise su absolución en el caso de las coimas en el Senado
Aguerrido integrante de Justicia Legítima, es cercano al Gobierno y cuestiona la "justicia corporativa"
.
Del editor: qué significa. La causa contra Cristina, excepto que ocurra una sorpresa, está terminada. Más allá de las inconsistencias, pesaron los alineamientos judiciales.

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martes, 10 de marzo de 2015

PERGAMINOS Y MISERIAS (publicado en el diario El País de España)



PERGAMINOS Y MISERIAS

El gobierno argentino propone un juez para la Corte Interamericana de Derechos Humanos

El gobierno argentino liderado por Cristina Fernández de Kirchner quiere poner un juez en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El candidato es el exjuez, jubilado de la Corte Suprema, Eugenio Raúl Zaffaroni. El organismo se compone de jueces de los Estados miembros de la OEA, elegidos a título personal entre juristas de la más alta autoridad moral, de reconocida competencia en materia de derechos humanos.
Quienes conocen la controvertida trayectoria del exjuez, se interrogan: ¿acaso una conducta intachable no debería ser condición ineludible para ocupar un cargo en la Corte Interamericana de Derechos Humanos? De serlo, pende de un hilo deshilachado su elección. Por empezar, el artículo cuarto del Estatuto estipula que el candidato debe cumplir las mismas condiciones exigidas por la Ley del Estado que lo postula como candidato. En el caso de Zaffaroni 1) se lo impide su edad: según la ley argentina, un juez debe abandonar su cargo al cumplir 75 años y esa fue la razón de la renuncia de Zaffaroni a la Corte Suprema de su país.

2) Pero no se trata sólo de un límite cronológico. Su pasado es comprometedor: 2) Juró por los estatutos de dos dictaduras, incluido el de la Junta Militar que ordenó ejecutar a miles de desaparecidos durante los años 70. Y pese a ser hoy considerado un adalid de los derechos humanos, 3) jamás firmó un habeas corpus que hubiese permitido salvar una vida durante esos años oscuros. 4) Omisión refrendada por las Madres de Plaza de Mayo, quienes incluyeron a Zaffaroni en una lista de 437 jueces que oficiaron de cómplices de la Dictadura.
Su historial como juez en ejercicio no es menos asombroso aunque ideológicamente explicable. 5) Sus interpretaciones reñidas con la ética conforman una antología de la perversión: en el juicio a un encargado de un edificio que forzó a una niña de 7 años a una “fellatio”, el juez adujo que la luz apagada era un atenuante. En otro fallo escandaloso resolvió que un robo a mano armada perpetrado con un arma blanca no es considerado delito porque “un cuchillo no es un arma”. En otro de sus fallos dictaminó que un auto estacionado es una "cosa perdida o abandonada por su dueño" (ya que el dueño no estaba presente) y por ende el delincuente no habría incurrido en robo, sino en "apropiación indebida". Y en el allanamiento de un laboratorio de droga donde requisaron elementos probatorios como balanzas, droga, un molino y los dediles, dictaminó que no debía ser considerado un local de venta de droga puesto que no se encontraba en el lugar comprador alguno.
Cuando se desempeñó como juez de la Corte Suprema de Justicia, sólo estuvo presente cuando su alineación con el oficialismo lo requería, pues sus conferencias le impidieron cumplir con sus obligaciones. Tal vez esa negligencia explique por qué se considera al juez responsable de que la Argentina sea el único país que aún no tiene un régimen de responsabilidad penal juvenil –tal como lo dispone la Convención de los Derechos del Niño– y los jóvenes sobreviven en un limbo legal regidos por un decreto de la Dictadura. Pese a que la bandera de los derechos humanos es el mascarón de proa del gobierno y del juez, sólo un 9% del presupuesto asignado fue ejecutado para el mejoramiento de cárceles superpobladas, donde los presos conviven en condiciones infrahumanas. La escalada del narcotráfico va acompañada de una progresiva naturalización de las mafias donde florece la justicia por mano propia y la venganza privada.
     En el plano personal, el juez debió regularizar su situación de infractor a la ley tributaria para poder ser designado en la Corte Suprema de Justicia. Y desde siempre, tuvo conflictos con la ley penal: el juez alquilaba sus propiedades a una red de 10 prostíbulos. Prestigiosas ONG denunciaron esta actividad ilegal ante la Procuración General de la Nación. Pero dado que el juez había delegado la administración de sus alquileres en su pareja, Ricardo Montiveros, éste se declaró culpable de violar la ley de profilaxis sobre las casas de tolerancia, y pagó una irrisoria multa con lo cual logró regularizar la situación.
     Por último, no puede soslayarse su ideario orientado a la abolición del sistema penal. Corría 1989 cuando Zaffaroni lo calificaba de utopía. Pero según señalaba el autor, entiéndase por “utopía” no un ideal irrealizable, sino un ideal a realizar. Veinticinco años tras ser pronunciada esa sentencia, ese ideal se realizó en la Argentina. El costo de ese experimento social utópico, fueron miles y miles de vidas sacrificadas en aras de ese ideal. Vidas de jóvenes victimarios y víctimas. Su autor intelectual e instigador es el Dr. Zaffaroni, un exjuez con tantos pergaminos como escasas dotes para legitimar su nombramiento para un organismo que vela por los derechos humanos. Esos derechos humanos conculcados en una Argentina que día a día, llora a sus muertos por la desidia judicial. Esperemos que la comunidad internacional y la Corte Interamericana nos devuelvan el sentido genuino de los derechos humanos.
     Diana Cohen Agrest es Doctora en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires y ensayista.




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