“Una mente perezosa es el taller del diablo” (Proverbios)
LEELO
DETENIDAMENTE....GRACIAS!!!!!!
Demasiadas veces se relaciona la vejez
con la pérdida de facultades mentales. Pero especialistas en el funcionamiento
del cerebro como Tony Buzan aseguran que no tiene por qué ser así.
“Una mente perezosa es el taller del diablo” (Proverbios)
En su manual Tu cerebro más
joven, Tony Buzan pone como ejemplo de longevidad intelectual una comunidad
de monjas de un recóndito lugar de Minnesota (EE UU) llamado Mankato. Desde
hace tiempo interesa a los investigadores del envejecimiento cerebral, ya que
muchas de estas mujeres superan los 90 años y hay una cuantas centenarias, la
mayor parte de ellas con una asombrosa agilidad mental.
Una monja de esta comunidad, Marcella
Zachman, fue portada de la revista Life porque impartió clases hasta los 97
años. Otra hermana, Mary Esther Boor, no se jubiló de su trabajo hasta los 99
años.
Las monjas de Mankato hacen todo lo
posible para mantener la mente ocupada en su vida cotidiana.
Compiten en concursos, resuelven
pasatiempos y mantienen debates, además de escribir en sus publicaciones,
dirigir seminarios y dar clases. Según Snowdon, el estímulo diario revitaliza
los conectores del cerebro, que tienden a atrofiarse con la edad, haciendo que
se ramifiquen y creen nuevos vínculos.
Estudiosos del cerebro humano han
demostrado que la red neuronal del cerebro nunca es la misma, ya que,
dependiendo de nuestra actividad, fortalecemos unas conexiones a la vez que
debilitamos otras. Cada experiencia enciende su propio patrón de neuronas, por
lo que el mapa cerebral cambia sin cesar.
Ésa es la buena noticia: puesto que el
buen estado de los circuitos del cerebro depende de lo que hacemos con él,
podemos evitar la pérdida de facultades mentales tonificando nuestra materia
gris con retos y estímulos de calidad.
Las 7 claves de un cerebro joven
“Envejecer es un mal vicio que no
se pueden permitir los que andan muy ocupados” (André Maurois)
Como no todo el mundo tiene tiempo o
ganas de escribir novelas o de tocar el violín, vamos a ver las claves para
mantener el cerebro joven a cualquier edad.
Según el divulgador William Speed, hay
siete cosas que todo el mundo debería hacer para que su centro de operaciones
no vea menguado su rendimiento:
1. Ejercicio. Según los especialistas en terapias anti-edad, el mejor tonificador
del cerebro son las zapatillas de deporte, ya que mejoran el ritmo cardiaco y, por tanto, la
circulación de la sangre. Un cerebro bien irrigado mantiene en buen estado las
conexiones entre las neuronas, que son esenciales para el pensamiento. Por
tanto, el ejercicio suave suministra más sangre y oxígeno a nuestro tejido
cerebral, evitando que se deteriore.
2. Buena alimentación. El consumo de alimentos ricos en antioxidantes –frutas y verduras,
legumbres, frutos secos, té verde– no sólo ayuda a prevenir el cáncer, sino que
neutraliza los temidos radicales libres que envejecen el cerebro. Una dieta
demasiado grasa, además, puede derivar en presión arterial alta, diabetes,
obesidad o colesterol, los cuales dificultan el riego sanguíneo también en el
cerebro.
3. Aprender
siempre. Aunque nuestra materia gris empieza a envejecer a los 30 años, un
aprendizaje constante permite mantener la agilidad. Para ello debemos procurar
a la mente ejercicios y nuevos desafíos.
4. Mantener
la calma. Jeansok Kim, un investigador de la Universidad de Washington,
asegura "que el estrés puede dañar los procesos cognitivos como el
aprendizaje y la memoria". En especial, el estrés crónico debilita la
región del cerebro denominada hipocampo, donde se forma y consolida la memoria.
5. Dormir
suficiente. Un estudio llevado a cabo en
Harvard con estudiantes de matemáticas demostró que un buen descanso nocturno
duplicaba la capacidad de los participantes para resolver problemas planteados
el día antes. Esto se debe a que, mientras dormimos, el cerebro se mantiene
activo y tiene tiempo de sintetizar lo que ha aprendido con anterioridad. La
expresión “voy a consultarlo con la almohada” tiene, por tanto, mucho sentido.
6. Reír. El humor estimula la generación de dopamina, una hormona y
neurotransmisor que nos hace “sentir bien”. La risa nos ayuda a relativizar
nuestras preocupaciones, con lo que evitamos que nuestra mente se ancle.
7. Aprovechar
la experiencia. Lo bueno de hacerse mayor es que atesoramos un archivo
con millones de situaciones que nos proporcionan criterio. Esta información
podemos aprovecharla para afrontar problemas –nuestros o de otras personas–
para los que una persona joven no está preparada.
Juegos para el cerebro.
“Los seres humanos no dejan de
jugar porque envejecen; y envejecen porque dejan de jugar” (Oliver
Wendell Holmes).
En las farmacias se venden sofisticados
complementos vitamínicos para nutrir nuestro músculo pensante, y las tiendas de
productos naturales recomiendan ginseng para la vitalidad y gingko biloba para
reforzar la memoria. Sin embargo, la mayoría de especialistas coinciden en que
el juego es el protector número uno de las facultades mentales. La terapeuta
Amber Hensley aconseja incorporar a nuestra rutina diaria alguna de estas
actividades para mantener bien lubricada nuestra red neuronal:
• Juegos de mesa como el ajedrez, las
damas, el dominó o las cartas, incluyendo los solitarios.
• Rompe cabezas, mecanos y otros juegos
de construcción.
• Crucigramas, sudokus o cualquier
pasatiempo.
Para los que se aburren con esta clase
de pasatiempos, aprender un idioma es una excelente manera de engrasar todos
nuestros circuitos cerebrales, ya que implica ejercitar la memoria, entender
nuevas estructuras y sintetizar reglas gramaticales.
Por supuesto, dos actividades como leer
y escribir también resultan una gimnasia mental de primer orden, al igual que
aprender a tocar algún instrumento musical.
Una actitud optimista será el
complemento imprescindible para que nuestro cerebro sea un generador de
creatividad en lugar de un pozo de lamentos.
Alimentar la curiosidad y celebrar cada
día que pasamos en el mundo es todo lo que hace falta para no retirarnos nunca
del lado soleado de la vida..
Como reza un proverbio
irlandés,
“nunca lamentes que te
estás haciendo viejo, porque a muchos les ha sido negado este privilegio”.
DETRAS DE CADA TRAMITE HAY UNA NECESIDAD O UN DOLOR, UN DERECHO Y TODA DEMORA OCASIONA UN PERJUICIO
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